4/12/11

Poema de la generación del 50


Mi patria

(Antonio José Rivas)

Mi patria es una rosa memorable
Sorprendida en el pecho.
Siempre que la pronuncio se descubre
Que le beso la frente
Morazán la eterniza leve y alta,
Pero en el mar me pesa.
Mi patria es una niña
Que aun se busca detrás de los espejos;
Y en la baba de un pez desamorado
Se resbala su nombre.
No hay manera más honda de mirarla
Que pérdida en mis ojos:

Le oigo su lento mundo de ceniza
Y paz deshabilitada;
Un alto rió irremediablemente
Le moja la tristeza;
La sangre se le quiebra en la cintura:
Mitad de la esperanza,
Y es su cuerpo una alondra sollozada
Aunque nadie lo diga.
Mi patria es una lágrima desnuda
Que se esconde en los ojos.
Se diría que todas las cascadas
Le han bebido la risa.
Yo ni siquiera puedo suspirarla
Porque me duele el aire.
La guardo con amor en estas letras:
¡Quiero vivir un poco!




HONDURAS
(Pompeyo del Valle)


Sobre esta Honduras de fusil y caza,
de asfixiado color y amarga vena,
se oye gemir el mapa de la pena
que en murallas de sal de despedaza.

Bajo esta Honduras de metal y maza,
de enterrado perfil -laurel y arena-
como un tumulto de cuchillos suena
la atormentada sangre de la raza.

Pero otra Honduras de potente aurora,
decidida y total y vengadora
alza la frente perseguida y bella.

Porque una tropa juvenil se agita
bajo su cielo y en su voz gravita
el porvenir, fundado en una estrella.

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